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En las siguientes páginas –que ustedes recorrerán a continuación– hay algo nuevo, y sé que cada uno podrá apreciar la importancia de este señalamiento.
Por medio de una elaboración sostenida en una rigurosa lógica expositiva y secuencial, Esteban Stringa se ha ocupado de presentar ante nosotros –sus lectores– el producto de una investigación que ha desarrollado durante muchos años, con la que ha procurado acomodar, imbricar –de la buena manera– su función de practicante del psicoanálisis con otra (¿antigua?) pasión desplegada en el campo de las ciencias exactas.
Se trata de una producción que logra transmitir de un modo consistente las diferencias entre dos modos de concebir hoy el síntoma, de contar con él; y lo que es más determinante aún: el desmontaje preciso de los supuestos teóricos, clínicos y políticos que encausan dos formas opuestas de intervenir: Por un lado la práctica del psicoanálisis de la orientación lacaniana –que trata el síntoma como el sitio ineliminable donde asienta la singularidad de un sujeto–; y por el otro la de aquellas psicoterapias que –en nombre del levantamiento del síntoma– apuntan a su anulación sistemática sin interrogar la especificidad de su función…
(Extraído del prólogo de Ernesto Sinatra, Director de la Tesis)
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